La Serra del Cadí es uno de esos lugares mágicos donde mola perderse en cualquier época del año, ya sea a pata, en mountain bike, o por fin, en splitboard. Una impresionante barrera montañosa, punto de unión entre Pre-Pirineo y Pirineo y un lugar muy especial para nosotros. La temporada pasada fue imposible hacer actividad, y esta temporada, aunque había recibido algo de nieve, iba camino de ser lo mismo. Por suerte, la entrada de SE de la semana pasada dejó 142 mm según la estación meteorológica de Prat de Aguiló (2143m.). Cota sobre los 2000 metros, suficiente para cargar bien los corredores. Así que ya era hora de aproximar para ver en que estado estaba la cara norte. Noche en casa del mestre Molluna en Montellà, cena ligera y a dormir.
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| Aproximación a Prat de Cadí |
Despertador a las 5:00 a.m, café, tostadas y hacia Estana donde empezamos a ver actividad. Parece que no vamos a estar solos. La humedad nos hacer sudar más de la cuenta mientras progresamos por el PR en busca del Prat de Cadí (1825m.), donde por fin, podemos montar las pieles. Ganamos altura rápidamente en busca del corredor mientras el sol intenta abrirse entre la intensa niebla que nos ha acompañado durante la aproximación. Trazamos la última diagonal bajo la impresionante pared de la Roca de l'Ordiguer (2346m.) donde paramos para calzarnos los crampones. Cruzamos el depósito de una antigua purga y vamos en busca del primer resalte que superamos sin problemas. Las condiciones dentro del corredor son excelentes para progresar y disfrutamos del ascenso en un ambiente de lujo. Minutos antes de las 11:00 a.m. ya estamos en el collado disfrutando del mar de nubes sobre la Cerdanya mientras nos preparamos rápidamente para el descenso. Colegas, polvo, steep...¿hay algo mejor? Posiblemente la cerveza que nos espera en Cal Basté, pero antes, queda dibujar una línea para el recuerdo.
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| Niebla |
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| Últimas zetas bajo la Roca de l'Ordiguer |
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Joan abriendo
 | Superado el primer resalte. Foto: Jordi Cespedes
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Mar de nubes sobre la Cerdanya. Foto: Joan Molluna
 | Ambiente. Foto: Joan Molluna
El primer sector nos permite ir rápido sobre una buena capa de polvo. La pendiente se acentúa cuando entramos en el estrechamiento. Giros cortos sobre 45º y algún sector que roza los 50º cuando llegamos al primer resalte, el cual se puede superar sin ningún problema. Salimos del corredor y seguimos por la lengua de nieve hasta el Prat de Cadí. Momentos de relax y felicidad después de una gran actividad. Cerveza al sol de la terraza de Cal Basté, una buena mesa con producto local y la promesa de volver lo más pronto posible. Salut!
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 | | Cristall y Ordiguer |
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| Canal del Sàbat y Canal del Ticó Oriental |
