viernes, 15 de junio de 2012

A Snapshot From Mountaineer's Life

Ayer me llegó por facebook esta foto del National Geographic Traveler Photo Contest 2012. Enseguida recordé que la tarde anterior, había fotografiado la tienda plantada en el Col du Midi desde el Refuge des Cosmiques. La curiosidad me llevó a ponerme en contacto con el fotógrafo, Kamil Tamiola, autor de la toma. Me respondió al instante, confirmando mis sospechas. La foto fue tomada sobre las tres de la madrugada del 29 de Mayo pasado, y nosotros, eramos una de las cordadas que subíamos hacia el hombro del Mont Blanc du Tacul en ese instante. Un maravilloso recuerdo del principio de una larga jornada. ¡Gracias, Kamil!

Photo: Kamil Tamiola www.alpine-photography.com/

domingo, 3 de junio de 2012

Mont Blanc (4810m.). Traversée des Trois Monts

El lunes 28 se levanta con el cielo despejado y el ambiente algo fresco después de la tormenta de la última noche. Los rayos de  luz intentan asomarse  sobre el Dru, les Aiguilles de Chamonix y el Dôme de Goûter.  Cogemos el coche para ir a comprar el pan, como cada mañana, en la pequeña boulangerie que hay en la carretera en el tranquilo pueblo de La Frasse. Uno de esos momentos agradables que hacen sentirte afortunado de estar en la meca. Después del desayuno, es momento de preparar la mochila a consciencia. No es cuestión de mitificar el Mont Blanc, y mucho menos, perderle el respeto, pero no puede fallar nada. Pasamos por Chamonix antes de dejar el coche en el parking de la bolera, donde ultimamos los detalles antes de mezclarnos entre los turistas que comparten el teleférico con nosotros.  Sacamos unas cuantas fotos de la ruta que seguiremos antes de ponernos en marcha por el túnel de hielo que sale a la arista de l'Aiguille du Midi que ya se encuentra sin equipar.

Le Dru
Mallory-Eugster. Cara norte de l'Aiguille du Midi
Arista de l'Aiguille du Midi
Parapente
Traversée des Trois Monts

Pau, Borja y Aleix. Foto: Marcos Rodríguez
Ya en el pequeño plateau, nos preparamos para el corto descenso que nos dejará en el Col du Midi. Mientras Pau, Borja y Aleix van hacia el Refuge des Cosmiques (3613m.), Marcos y yo nos acercamos hasta la Arête des Cosmiques para echar un vistazo a la entrada al Glacier Rond y el Couloir des Cosmiques los cuáles tienen una pinta increíble. Subimos hasta el refu, separamos el material y subimos a nuestra habitación donde intentamos dormir un poco. La cena la sirven a las seis y media de la tarde y el refu ya está a petar. Crema, arroz con curry y verduras y pastel de chocolate. Intentamos alargar un poco la sobremesa antes de irnos de nuevo al sobre. Hemos escogido el turno de la una de la madrugada para desayunar y hay que intentar descansar un poco. Nos hidratamos cuanto podemos, aunque las botellas de agua a cinco euros no lo ponen nada fácil. Ya en la cama, intento dormir, pero entre la siesta, que son las ocho y media de la tarde y los nervios por salir, no lo consigo, así que, buen folk en el iPod y a relajarse lo máximo posible. La sensación de sequedad cuando despierto pasada la media noche es brutal, así que, sabiendo que no iba a poder volver a dormirme, salgo disparado de la cama. Entre una cosa y otra, se hace la una. Es hora de ponerse en marcha. Desayuno a base de hidratos, dosis extra de café y a prepararse. Son las dos de la madrugada cuando vamos dejando el refugio atrás en la más completa oscuridad, con el cielo más estrellado que he visto jamás. Las previsiones meterológicas son del todo favorables.

Nos preceden las luces frontales de un par de cordadas mientras subimos las primeras rampas del Mont Blanc du Tacul (4248m.). La sensaciones son extrañas, pero me siento bien. Conseguimos llevar un buen ritmo, suficiente para sentirse a gusto. La falta de referencias hace que me centre en los movimientos de Marcos y me olvide de todo lo demás. Hacemos un primer cambio a crampones para sortear la rimaya. La pendiente es fuerte y los frontales empiezan a mostrarnos los primeros seracs. Las luces de Chamonix iluminan el valle 3000 metros por debajo de donde nos encontramos. El frío empieza a acusarse según pasan las horas y empezamos a desear los primeros rayos de sol. Sobre las cinco, uno de los momentos más esperados cuando una luz rojiza va tiñiendo el este. Sin duda, uno de los momentos mágicos que nos brindó el Mont Blanc. Estamos ya en el hombro del Mont Blanc du Tacul (4120m.).


On route
Amanece. Foto: Marcos Rodríguez


Buscamos el Col Maudit (4035m.) siguiendo la huella que nos dejará en la base del mítico muro del Col du Mont Maudit (4345m.). Está en muy buenas condiciones y no  presenta ninguna dificultad, excepto el patio a nuestros pies. Buenos escalones con algún tramo en el que el hielo se deja notar en nuestros crampones. Desde aquí ya podemos ver el Mont Blanc. El tiempo es excelente y las fuerzas siguen intactas. Por primera vez pienso que esto ya no se escapa y me centro en disfrutar cada paso de los que me quedan hasta la cima. Seguimos porteando por un largo flanqueo hasta el Col de la Brenva (4303m.).

Mont Maudit  (4465m.)
 Col du Mont Maudit (4345m.)
Col Maudit (4035m.). Foto: Marcos Rodríguez
Primera rimaya
Marcos y yo en el muro. Foto: Pau Gómez
Col du Mont Maudit (4345m.). Foto: Marcos Rodríguez

 Buscando el Col de la Brenva (4303m.)


Desde aquí trazamos una diagonal en el  Mur de la Côte, último obstáculo antes de afrontar la cresta final del Mont Blanc. Una vez superado, hacemos una breve parada para tomar un té y seguir con las pieles. Montamos las cuchillas, pero la cresta está demasiado helada y decidimos hacer los últimos 300 metros con crampones. Una vez superados los 4500 metros, empieza la lucha. Nos centramos en mantener un ritmo lento, pero constante. Cuesta mucho recuperar e intento concentrarme en cada paso que hago. La cima está ahí, pero parece que no llegaremos nunca. Al oeste, veo como hemos pasado sobradamente el refuge Vallot. Los altímetros nos indican que estamos a menos de 100 metros, hasta que por fin, no hay nada más, ¡hemos hecho cima!. Mont Blanc (4810m.).  El viento nos recibe con fuerza y hace bastante frío. Unos cuantos abrazos, unas lagrimillas, fotos de cima y a preparse para el descenso, otro de los grandes momentos de la jornada. Quito las pieles, monto el splitboard,  apreto las cinchas, ¡estamos en el techo de los Alpes!. Primeros giros sobre nieve dura  antes de encarar la travesía sobre los enormes seracs de les Rochers Rouges hasta el Grand Plateau con un polvazo digno del mes de febrero.





Mont Blanc (4810m.)





Cara norte


Travesía sobre las Rochers Rouges


Seguimos el descenso por el Petit Plateau en un increíble descenso entre seracs y grietas. Pasamos por un par de puentes de nieve antes de divisar el Refuge des Grand Mulets (3051m.) y entrar de pleno en La Jonction y el auténtico caos de hielo del Glacier des Bossons. Desde aquí serpenteamos entre puentes de nieve y gigantes bloques de hielo en equilibrio. Es tarde y aceleramos el paso para superar el último obstáculo del día, el penoso flanqueo que nos llevará hasta la estación intermedia del teleférico en el Plan de l'Aiguille (2310m.), donde llegamos a las cuatro de la tarde, catorce horas después de salir del Refuge des CosmiquesAhora sí es momento de felicitarse tanto del ascenso como del descenso.
Foto: Marcos Rodríguez


Glacier des Bossons y el Regufe des Grand Mulets

La Jonction y Chamonix

                                       Aiguille du Midi, Cunningham couloir , Glacier Rond y Cosmiques

Vamos hasta el centro a por unas hamburguesas y unas cervezas. Ya en la gîte, ducha y a disfrutar del papeo en la terraza. Hay ganas de celebrarlo, pero caemos rendidos en la cama hasta la mañana siguiente. Es miércoles, 30 de mayo, mi cumpleaños, y me sorprenden con un pastel de hojaldre y frutas. ¡Vaya cumpleaños! Moltíssimes gràcies! Antes de salir para Barcelona, pasamos por  Cham para hacer unas compras. Sobre el mediodía, salimos del valle con la mirada puesta atrás. À bientôt!

Desde aquí quiero dar las gracias a Pau de  Dablam Escuela de Freeride por estos años de formación. Sin él, esto no hubiera sido posible. Gràcies mestre! Y por supuesto, dedicar esta cima  a todos los que formáis parte de mi vida, de alguna u otra manera. Ja sabeu qui sou! Salut!

sábado, 2 de junio de 2012

Gran Paradiso (4061m.)

Desde que el año pasado me tirara atrás en el último momento para intentar el Mont Blanc, parece que toda la temporada haya girado en torno a él como el gran objetivo final. Empecé  acumulando muchísimos metros en Ulldeter, Benasque, Lyngen Alps y sobretodo en casa, la Cerdanya. Las nefastas condiciones que sufrimos durante el mes de enero, hicieron que nos olvidáramos completamente de los remontes, a excepción de un par de escapadas furtivas a la Bonaigua y Tavascan con el team de splitboard.cat , y continuáramos deslizando nuestras focas buscando buenos descensos en cualquier montaña que tuviera unas mínimas condiciones.  A finales de abril, sufrimos un temporal de foehn que nos impidió hacer cualquier actividad en altura en nuestro primer stage en Chamonix. En ese momento pensé que ya había perdido toda posibilidad, pero a mitad de este mes se abrió una puerta cuando Pau Gómez nos informó que subía con dos clientes para intentarlo. Así que sin mucha más historia, el pasado jueves 24 de mayo, Marcos y yo, quedábamos con Pau y Borja en Mataró para viajar juntos hasta Cham, donde nos encontraríamos con Aleix que se unía al grupo desde Lausanne. Esa misma noche dormíamos en la gîte La Montagne,  antes de salir al día siguiente hacia el Parco Nazionale Gran Paradisocon el fin de aclimatar un par de días y llevarnos el primer 4000.

Atardecer en Chamonix


Después de encontrarnos con Aleix en el ENSA, pasamos por la gîte La Montagne a dejar el equipaje  antes de ir a cenar un buen plato de pasta. La mañana siguiente, aprovechamos para pasarnos por el centro y hacer unas compras antes de partir hacia el Valle de Aosta. Cruzamos el túnel del Mont Blanc, y en poco más de una hora, ya estamos ascendiendo por Valsavarenche en busca del parking de Pont (1960m.), punto de partida de la aproximación al Rifugio Vittorio Emanuele (2735m.). Un grupo de íbices pastan a sus anchas al lado del parking. De hecho, ya habíamos avistado algún grupo de rebecos mientras subíamos por el valle. Ascenso muy cómodo por un sendero muy bien conservado hasta el refugio. Incluso podemos deslizar los últimos 150 metros.
Íbices en Pont


Aproximación 
Rifugio Vittorio Emanuele (2735m.)

Aprovechamos el tiempo que nos queda antes de la cena para hacer unas prácticas sobre orientación. Si la pasta es bastante habitual en los refugios de montaña, en Italia no iba a ser menos, así que macarrones, infusión y para el sobre que el desayuno lo sirven a las 4:30am. Una tormenta eléctrica me despierta en mitad de la noche y parece que cae con ganas. Al atardecer el granizo ya se dejaba ver en la terraza del refu, así que me vuelvo a dormir soñando con un bajadón con polvazo desde los 4000 metros. No puedo evitarlo.


Puesta de sol


Desayunamos y salimos pasadas las 5:00am con las primeras luces del alba.  Ascenso muy cómodo y progresivo hasta los 3185m. donde entramos en el glaciar del Gran Paradiso con un frío intenso. Nieve polvo compactada y algo dura en los flanqueos, aunque puedo superarlos bien sin las cuchillas. Disfrutamos de buenas vistas sobre la cara sur Mont Blanc. El viento nos recibe con fuerza en el collado de la Becca di Moncorvè (3875m.). La altura se empieza a notar y cuesta recuperar un poco más. Desde allí, la pendiente del glaciar se vuelve a suavizar y sólo queda reseguir la arista de roca del Gran Paradiso en busca de la Madonna (4061m.). Es fácil, pero presenta un par de  pasos expuestos. Sobretodo el que lleva hasta la cima con un paso aéreo de unos diez metros y un patio bastante serio.  Marcos y yo buscamos otro paso, pero la grimpada es casi más expuesta, así que volvemos y decidimos encordarnos. El paso normal está equipado con tres chapas y al final va a ser lo más rápido y seguro. ¡Cima, y primer 4000 para los dos!
Collado de la Becca di Moncorvè (3875m.)
Cara sur del Mont Blanc


Cresta del Gran Paradiso. Foto: Marcos Rodríguez
Pau, Borja y Aleix en la cima
Patio
Gran Paradiso (4061m.)


Pau, Borja y Aleix ya han bajado hasta el collado de la Becca di Moncorvè, así que nos reunimos en este punto y seguimos desdecendiendo por el glaciar. Nieve polvo compactada por el viento pero bastante disfrutona hasta más allá de los 3000m. donde la encontramos bastante encostrada hasta el refu. Breve descanso antes de seguir con el descenso que nos llevará de nuevo al parking de Pont (1960m.). donde llegamos pasado el mediodía. De camino a Chamonix, pasamos por Courmayeur para hacer unas compras y tomar un buen helado. Ya de nuevo en la gîte, Pau cocina un arroz con pollo y verduras que sabe a gloria. 


El domingo lo aprovechamos para  repasar con  unas prácticas de técnica con crampones y piolet en la Mer du Glace. Accedemos hasta los 1913m. del Montenvers en un vagón plagado de turistas curiosos y descendemos por el sendero que nos lleva hasta la ferrata que baja hasta el glaciar, donde  nos encontramos con algún grupo que viene con esquís de hacer el Vallée Blanche, y también otros grupos haciendo prácticas. Después de un par de horas, volvemos a subir por la ferrata para coger el cremallera de nuevo hasta Chamonix. Ya por la tarde en la gîte, una buena cena en grupo antes de dejar la mochila preparada. Las previsiones meteorológicas no están acompañando y parece que vamos a seguir teniendo suerte. El día siguiente es el escogido finalmente para dormir en el Refuge des Cosmiques (3613m.) e intentar el ascenso al Mont Blanc por la ruta de Les Trois Monts el martes 29 de mayo.

Montenvers
Mer du Glace y Les Grandes Jorasses
Pas du Chevre y Le Dru


Ferrata

Pau Gómez. Dablam Escuela de Freeride


Prácticas. Foto: Borja Ruano
Ferrata. Foto: Marcos Rodríguez