martes, 15 de mayo de 2012

Carlit por Lanoux, Corredor Oeste

Si hay alguna cima que realmente me hiciera ilusión de completar con mi splitboard, era sin duda el Carlit. Con sus 2921 metros, es la montaña más alta del Pirineo Oriental. Después de unos cuantas visitas en verano tanto por la ruta desde Les Bouillouses como por Lanoux, iba siendo hora de deslizar nuestras pieles por allí. Por su situación, no es una montaña muy frecuentada en la temporada invernal. La aproximación por Lanoux se inicia en el lago de Passet  en Porté Puymorens. Desde allí hay dos posibles variantes para llegar hasta el Refuge des Ingénieurs (2133m.), El GR-7 o el Chemin des Ingénieurs que salvan el Rec de Lanoux por sus dos vertientes. El GR-7 no es una ruta muy recomendada en invierno por el riesgo de avalanchas. Nosotros escogimos la segunda opción para nuestra aproximación hasta el refu. Este camino va ganando altura bajo los Pics de Coll Roig hasta llegar a una primera cabaña situada a 2050 metros. He subido algo más pronto que el resto del grupo y los espero en este punto después de perder las marcas durante un buen rato.

Inicio del Chemin des Ingénieurs
Track
Valle y Fonfreda y Puigpedrós al fondo
Cabaña


Paso un par de horas entre la soledad que me ofrece el lugar. La cabaña está en muy buen estado y es un buen sitio para pasar una noche en caso de emergencia. Hay mantas para preparar una cama y también chimenea y leña  para hacer fuego. Son casi las nueve de la noche cuando aparecen Iñigo y Marcos. Rafa va algo más retrasado, así que seguimos nuestro camino hasta el refu. La noche se nos echa encima y amenaza tormenta. El Refuge des Ingénieurs (2133m.) dispone de una parte no guardada con dos grupos de literas con doce colchones y una mesa en el centro. Mientras preparamos la cena, salimos a ver si vemos el frontal de Rafa en la oscuridad. Media hora más tarde ya responde a nuestras señales. Sopa, pasta y algo de pan y embutido para cenar y para el sobre. 


El despertador suena a las cinco de la mañana. Algo de té con galletas, preparamos el material y seguimos el track que nos dejará sobre la ARP porteando hasta los 2200 metros aproximadamente donde, por fin, encontramos nieve continua. Una vez superada la presa de Lanoux vemos por fin nuestro objetivo. Las temperaturas de esta última semana han acelerado el deshielo y nos encontramos la zona con peor aspecto del que esperábamos. El Massif du Carlit ofrece buenas posibilidades para el freeride. Desde los corredores de la Serra de les Xemeneies (2755m.) hasta el Pic de la Serra de les Xemeneies (2878m.). Si la aproximación no fuera tan larga, sería un buen lugar para hacer invernales en busca de polvo. De todas formas, me gustaría acercarme el próximo invierno. Una vez a pie de corredor, nos ponemos los crampones. Por delante 300 metros de corredor antes de llegar a la cresta que lleva hasta la cima. 

Presa de Lanoux


Carlit

                                                         Buenos días. Foto: Rafa Fernández


Serra de les Xemeneies




                                     Carlit, Pic de la Serra de les Xemeneies y Serra de les Xemeneies

                                                                                          
Cresta y cima del Carlit (2921m.)

Étang du Lanoux.  Coma d'Or y cara S-SE del Puigpedrós du Lanoux

Iñigo saliendo del corredor

Descenso por el corredor que sale directo desde la cima oriental por una nieve totalmente podrida pero que se deja hacer muy bien. Salida hasta las combas que nos dejan de nuevo sobre la ARP, y ya hasta el refugio de nuevo donde paramos a recoger el material que hemos dejado. Nubes de tormenta amenazan con descargar pero al final sólo dejan una lluvia fina que nos acompaña hasta la cabaña. En poco más de dos horas ya estamos de vuelta en Passet con un calor infernal. Acabamos el día con unas pizzas y una cerveza en Puigcerdà. Parece que la temporada ha dado a su fin, almenos en el Pirineo más oriental. Puede que sea la última salida pirenaica, o la penúltima, ¡quién sabe! Salut!


viernes, 4 de mayo de 2012

Oberland

Después de un par de horas  de coche llegamos a Fiesch donde buscamos un bar para desayunar. Parece que tampoco lo vamos a tener nada fácil en el Oberland. El teleférico que sube desde Fiesch  esta cerrado, así que nos va a tocar subir desde Bettmeralp añadiéndole un poco más de épica a la aproximación al Konkordia Hütte (2850m.). Subimos con el teleférico que nos deja en Bettmeralp 1950, montamos pieles y buscamos el collado por el que bajaremos hasta el Aletsgletscher. La meteorología tampoco nos va a echar una mano y una lluvia muy fina nos acompaña durante todo el ascenso. El Aletscgletscher es el glaciar más grande de los Alpes con una longitud de 23 km. y 120 km2 descendiendo desde el macizo sur del Jungfrau y dividido en tres grandes lenguas que confluyen en la Konkordiaplatz. Con estos números, la paliza está más que asegurada. La aproximación se hace lenta y pesada. La niebla gana terreno y la nieve empieza a caer con fuerza sobre los 2200 metros. Según vamos subiendo la niebla cada vez se hace más y más espesa hasta el punto de no tener nada como referencia. Después de siete horas creemos haber llegado a la roca desde donde salen las escaleras que suben hasta el refu. Una mirada rápida al GPS nos pone sobre el camino. Son casi las seis de la tarde, el hambre aprieta y estamos bastante calados. Un pequeño rodeo, nos pone a pie de escaleras. Faltan los últimos 100 metros verticales sobre una escalera metálica que zigzaguea hasta el refugio. La primera sensación cuando entras en el Konkordia es la de por donde saldrá el botones. Todo un lujo de refugio a casi 3000 metros.  Después de poner todo a secar, los rayos de sol que entran a través de las ventanas hacen que salgamos al balcón donde disfrutamos de un precioso atardecer. ¡Toda una recompensa! Cena a base de crema, ensalada, pasta con verduras y pastel de chocolate y para el sobre con la esperanza de tener una ventana de buen tiempo para el día siguiente.

Al mal tiempo, buena cara. Inicio de la travesía glaciar. Foto: Joan Molluna
Aletsgletscher
Konkordia Hütte (2850m.)


Atardecer en la Konkordiaplatz
Suena el despertador a las 5:00am. El primer vistazo por la ventana nos enseña el cielo estrellado. Parece que la meteo nos da una tregua hasta el mediodía, así que no hay tiempo que perder, desayuno rápido y para abajo. Con el objetivo del Gross Grünhorn (4044m.) , abrimos traza sobre unos 20 centímetros de polvo por el glaciar de Grüneggfirn, alcanzando el collado del Grünnegorn a unos 3700 metros en algo más de tres horas. El viento nos recibe con fuerza una vez superamos el collado y las nubes que entran de sur no auguran nada bueno. Desistimos seguir hasta el Gross Grünhorn y nos centramos en el Grünneghorn (3860m) buscando la arista cimera. A 50 metros de ella, tenemos que abandonar. Las nubes nos han atrapado y el viento nos nos permite avanzar con seguridad. Nos preparamos para el descenso y llegamos hasta el collado de nuevo donde  el Grüneggfirn se abre ante nosotros regalandonos un descenso de 1000 metros sobre polvazo hasta la base del Konkordia Hütte. Son las 12:00 pm y decidimos seguir hasta Bettmeralp. Deslizamos de nuevo sobre el Aletsgletcher hasta el collado que sube a Fiesch. La bajada por el glaciar se me hace especialmente dura y llego bastante tocado a las cotas altas de Fiesch, donde trazamos largas diagonales para llegar hasta el dominio de Bettmeralp. Las nubes de sur nos envuelven y la nieve cae con fuerza. Se está haciendo realmente duro. Después de unos 1700 metros positivos, 20 kilómetros y unas diez horas llegamos al reenvio del teleférico que nos bajará hasta el valle. 

Amanecer desde el Konkordia Hütte
Primeras luces del día sobre el Jungfrau

Grüneggfirn
Huella. Foto: Joan Molluna
Foto: Pau Gómez

Collado del Grünegghorn y Konkordiaplatz. Foto: Pau Gómez
Collado del Grüneggorn. Foto: Pau Gómez
Bettmeralp
Buscamos alojamiento en el Sport-Und Feriencenter de Fiesch donde llegamos a tiempo para conseguir una habitación, y sobretodo, para una buena ducha antes de ir a cenar. Vuelta a Barcelona con la sensación de haber hecho todo lo posible por llevarnos algo de esta estancia en los Alpes, y al final, lo hemos conseguido. No han pasado ni tres días de la vuelta y ya pienso en volver lo más pronto posible. Desde aquí dar las gracias a Pau Gómez de Dablam Esports por llevarnos siempre un poco más allá. Salut!


Temporal de foehn en Chamonix

Como siempre, la montaña tiene la última palabra. Después de una gran temporada de splitboarding, llegabamos a Chamonix con la ilusión de intentar llevarnos unos cuantos objetivos. Este mes de abril ha sido realmente intenso en precipitaciones tanto en los Alpes como en los Pirineos. Condiciones excepcionales que nos hicieron infravalorar la previsión de Foehn. Así que, sin mucha preocupación, llegábamos a Cham el pasado miércoles 25 de abril con Joan y Pau Gómez de Dablam Esports. Allí nos esperaba Nacho que venía desde Grenoble para pasar unos días con nosotros. Después de una cena de bienvenida en la MBC, nos instalamos en la gîte La Tapia, donde nos encontramos con unos colegas de Pau del  Pallars que han estado pillando polvazo durante toda la semana . La subida de temperaturas es evidente, pero confiando en esos mil metros más que ofrece Chamonix, nos vamos a la cama con la confianza de pillar nuestra dosis al día siguiente. 

El jueves se levanta algo ventoso en el valle. Primera bofetada al consultar la web y ver que tanto el teleférico de Grand Montets como el del Aiguille du Midi están cerrados por fuerte viento en altura, así que cogemos el coche y nos vamos hasta La Balme para hacer algo en cotas bajas. Subida hasta la Tête de la Balme  y bajada hasta Vallorcine con una nieve que nos regala unos cuantos giros sobre los 2400 metros, transformando rápidamente. 

Massif du Mont Blanc

Glacier du Tour
Tête de la Balme

Track a Vallorcine


El viernes se levanta con la misma tónica. Cogemos el coche y vamos hasta Grand Montets. El teleférico vuelve a estar cerrado por viento, así que compramos el forfait de cuatro horas para subir hasta Lognan y desde allí hacer un par de subidas desde la silla de la Herse hasta el Col du Grand Montets a más de 3000 metros. Igual que el día anterior, mis sensaciones no son muy buenas y me cuesta recuperar pulsaciones. Sin Nacho, Joan y Pau me hubiera dado vuelta, pero ahí están los colegas para empujar cuando las cosas no salen bien, merci! Como era de esperar, las condiciones arriba aun son buenas y nos regalamos con unos cuantos giros sobre polvo compactado y alguna que otra roquita. Ya en Lognan, volvemos a coger la silla y montamos pieles para hacer un segundo ascenso con un total de 1200 metros positivos. Aprovechamos el descenso para quedarnos cerca del Glacier d'Argentière para hacer unas prácticas de autorescate en grietas.
Recordando la pasada temporada en el Col du Passon

Aiguille Verte. Col du Grand Montets

Pau y Nacho

Mollu sobre polvo compactado
Glacier d'Argentière
Autorescate 
Subida de temperaturas y purgas sobre el Glacier d'Angentière.


La tarde del viernes al sábado se hace especialmente pesada en La Tapia. Las previsiones no son nada buenas y empieza a pesar en el ánimo. Al final del día el viento empieza a ser muy violento y ya nos tememos lo peor. 

Y así fué, el sábado nos levantamos muy pronto para estar los primeros en Grand Montets con la esperanza de subir de nuevo hasta el Col du Grand Montets y bajar hasta Argentière con el objetivo de poder llegar hasta el Couloiur en Y de l'Aiguille d'Argentière o ir hasta el Col du Tour Noir. Un tute bastante serio, pero no queda otro remedio y hay que explotar cualquier posibilidad. Pero a eso de las 9:00 am, y después de hacer cola durante un buen rato, no sólo mantienen cerrado el teleférico, sino que también cierran definitivamente el primer tramo hasta Lognan. Con un bajón considerable, pasamos la mañana en Les Gaillands siguiendo con las prácticas de polipastos y rescate en grietas. Al mediodía, las rachas en el valle son especialmente violentas hasta el punto de partir un árbol a escasos metros de donde nos encontrábamos. Recogemos todo y nos despedimos de Nacho. El caos en el valle es brutal y los bomberos trabajan a destajo. Con la moral por los suelos, es hora de tomar una decisión, nos vamos al Oberland.

Efectos del viento. Foto: Joan Molluna